Rapidez en la construcción, limpieza, economía de materiales, menos desperdicio en la obra y materiales reciclables son algunas de las ventajas de construir en seco.

Su origen proviene de los países nórdicos en los cuales se construía con madera. Fue evolucionando y actualmente se transformó en construcción con perfiles de acero galvanizado, que se recubren con placas que del lado interno son placas de rocas de yeso y la parte externa puede ser de placa cementicia, madera, u otro tipo de terminación. Se lo denomina en seco porque no se usa prácticamente materiales húmedos.

Es un sistema de construcción alternativo a la construcción tradicional. Es abierto, permite hacer un mix con la construcción tradicional. En Argentina se utiliza más en hospitales, oficinas, hotelería, supermercados y en el sector académico.

En nuestro país, el INCOSE difunde, orienta y capacita sobre la construcción en seco. La capacitación está dirigida a profesionales, estudiantes y mano de obra que trabaja con este sistema. Fue creado en 1993 por las empresas líderes del mercado.

“Entendemos la arquitectura sustentable no solo por cómo queda la casa terminada, sino por todo el proceso. Desde que se producen los materiales, se ejecuta la obra, se evitan los desperdicios. Uno de las principales beneficios que tiene este sistema, es que si está bien construído y aislado, es realmente muy ecologico porque se evita el consumo o el mal uso de la calefacción y la refrigeración, ya que se puede economizar un 50% de energía. Los materiales que se usan no degradan al medio ambiente, son naturales y se pueden reciclar. El acero que se utiliza se vuelve a fundir y a reutilizarse. La placas de yeso se trituran y vuelven a componer otros materiales”, dice el arquitecto Federico Ortíz Picasso, gerente del INCOSE.